Buen Comienzo 365 es un proyecto estratégico de la Alcaldía de Medellín, una evolución del programa Buen Comienzo que ahora cubre todos los días del año con alimentos para niños, gestantes y lactantes y experiencias pedagógicas para ellos y sus familias. Ya se implementa en tres comunas y dos corregimientos y llegará a toda la ciudad.
Martín y Yenifer se abrazan con fuerza. Ambos son extrovertidos. El niño, de pelo liso y rubio; ella, simpática y de expresión fluida, es su madre y en este momento lo visita en el Jardín Infantil Montecarlo de la comuna 3, Manrique, uno de los jardines que ya cuentan con Buen Comienzo 365, el proyecto estratégico de la Alcaldía de Medellín que les ofrece alimentación y experiencias pedagógicas a los niños todos los días del año.
Yenifer Marín tiene 33 años y dos hijos: Martín, de 4 años, y Joaquín, de 2. Los dos están en Buen Comienzo. El mayor asiste al jardín en modalidad institucional, en tanto que el menor es parte de la modalidad familiar, entonces no va al jardín sino que recibe visitas de funcionarios del programa y su familia lo lleva a encuentros con personal de Buen Comienzo, donde le fomentan su desarrollo integral.
La mujer vive en el barrio San Blas, en Manrique, al oriente de la ciudad, con sus hijos y su esposo, Ramón Daniel Villa. Ella es comunicadora social y su esposo es cantante y trabajó en tratamiento de aguas residuales. Ahora ninguno de los dos tiene un empleo fijo, pero se la rebuscan.
Yenifer cuenta que acostumbra levantar a Martín “con besos para que tenga un hermoso día”. Lo ayuda a vestir, aunque él le dice que ya es un niño grande y lo puede hacer solo. Se despiden de Joaquín y de los cuatro perros que tienen y salen para el jardín o colegio, como lo llama Martín, para empezar jornada a las 8:00 a. m.
Tras dejar a su niño mayor en el jardín, la mujer vuelve al hogar y baña a Joaquín. “Juego con él, porque en la mañana necesita mucha atención”. Ella cocina, organiza la casa, en la tarde ve una película o parte de una serie. Luego, pasadas las 3:30 p. m., sale con Joaquín a recoger a Martín, que termina en el jardín a las 3:45 p. m., y juegan en casa hasta las 5:30 p. m. “Yo me conecto mucho con mis bebés, y más desde que empezó la línea 365 (de Buen Comienzo)”.
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A eso de las 7:00 p. m., Yenifer y Ramón les dan la comida a sus hijos, los bañan, los empijaman y, máximo a las 9:00 p. m., los niños se duermen.
“El hambre no sale de vacaciones”
Martín está en Buen Comienzo desde los dos años y Joaquín, desde que tenía tres meses. Este es un programa de la Alcaldía de Medellín dirigido a los niños en sus primeros cinco años de vida que brinda educación inicial y promueve el desarrollo integral y autónomo de los niños y sus familias.
Las familias llegan a Buen Comienzo en la gestación. El programa atiende a madres gestantes y lactantes. A ellas y a los niños los acompaña un grupo de profesionales, como nutricionistas, pedagogos, psicólogos, trabajadores sociales y educadores físicos. Beneficia a unos 92 000 niños.
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El programa 365
Buen Comienzo 365 es una evolución del programa. “El hambre no sale de vacaciones”, afirma el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y agrega: “como hay unos altos índices de desnutrición y de inseguridad alimentaria en la ciudad, que es lo que fue pasando en los últimos años tan difíciles, a los niños con desnutrición o riesgo de desnutrición, a sus casas les llegarán paquetes alimentarios los fines de semana y en vacaciones, y material pedagógico para que las familias se unan en torno al juego”.
El proyecto 365 empezó en los barrios Popular, Manrique, Villa Hermosa, San Cristóbal y San Antonio de Prado, en las comunas y corregimientos con mayor inseguridad alimentaria, con mayor proporción de niños menores de seis años y con mayores índices de pobreza multidimensional.
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“En los próximos meses el programa llegará a todas las familias de Buen Comienzo.
Lo que se invertía en él estaba en unos $869 000 millones hasta 2023. Este programa está garantizado para los próximos cuatro años; los recursos ascienden a $1,5 billones y es prioridad en el Plan de Desarrollo Medellín Te Quiere”, precisa el alcalde, Federico Gutiérrez.
Un paraíso para los niños
A Martín lo que más le gusta de Buen Comienzo es “jugar con los juguetes”. Y añade: “Tirarme en el lisadero, compartir, comer frijoles con arroz, con pollo”. Su madre, Yenifer, también valora el programa: “a veces uno se levanta sin un sustento de fruta, leche; ya con esto uno se levanta más tranquilo de que no le va a hacer falta al niño para su desarrollo y alimentación. Me cuenta todos los días lo que le dieron: ‘Mami, hoy comí frijoles’. Él es feliz”. Además, ella destaca a las profesoras por el amor que les dan a los niños.
Yenifer siente que el proyecto 365 los ha conectado más como familia. “Martín, desde que se implementó este programa, llega: ‘Mamá, hoy tenemos que comer en familia’, y nos reúne a mi esposo y a mí”.
Jardín Infantil Montecarlo
En el Jardín Infantil Montecarlo, donde los niños aprenden, juegan y disfrutan, trabaja Sandra Pérez como agente educativa, quien expone que Buen Comienzo 365 busca “brindar un acompañamiento nutricional y pedagógico los 365 días del año. Las familias participan de retos y experiencias pedagógicas para fortalecer y afianzar lazos afectivos entre ellas y mejorar la calidad alimenticia de niños y niñas”.
Sandra Pérez
Los sueños de Martín
En este lugar, un paraíso para los niños y sus familias, se abrazan Martín y Yenifer. Ahí “el monito” recibe el mejor apoyo para su formación y se construyen bases para sus sueños y los de su mamá. Ellos desean conseguir una finca como la describe él: “para los perritos, los caballos; quiero naranjas”. Estar siempre unidos, anhela Yenifer, con la seguridad de que va a salir adelante con su familia y con sus perros.
