Barcelona (EFE)- Tim Burton, que este jueves inaugura en Barcelona ‘Labyrinth’, la exposición inmersiva en su universo creativo, ha asegurado en una entrevista con EFE que el color y la luz de la obra de Gaudí son muy inspiradores, después de haber visitado la Sagrada Familia esta mañana.
“El color y la luz de la obra de Gaudí son muy inspiradores, no importa si eres un turista, un artista, religioso o no, es precioso y estoy feliz de estar aquí porque me inspira mucho este ambiente”, ha asegurado el cineasta norteamericano, que también ha aprovechado su estancia en Barcelona para ver el recinto modernista del Hospital de Sant Pau.
‘Labyrinth’, que ha creado en colaboración con la compañía española LetsGo y que abrirá sus puertas el próximo 8 de marzo en palau Victoria Eugenia, se adentra en la obra del artista y director partiendo de sus bocetos, que llevan al visitante a recorrer el laberinto que es el universo burtoniano, protagonizado por los personajes y temáticas de sus películas.
“Para mí, esta exposición representa el proceso creativo, y eso es lo que me encanta”, ha dicho Burton, que ha explicado también que, aunque no tiene una rutina durante la creación, el dibujo sí que es algo que está siempre presente y a lo que da mucha importancia.
Dibujar es una terapia y una manera de comunicarme
“Dibujar es como terapia, una manera de comunicarme y de expresar lo que llevo dentro”, ha señalado antes de añadir: “seas un artista o no, es importante tener momentos para expresarte en la vida”.
La exposición está ideada para ser una experiencia única en la que cada espectador puede elegir a través de qué puertas entrar y salir para configurar su recorrido, en el que se encontrará con estancias ambientadas en películas como ‘Batman’, ‘Eduardo Manostijeras’, ‘Pesadilla antes de Navidad’, ‘La Novia Cadáver’ o ‘Charlie y la fábrica de chocolate’.
En ellas, luces, música, tecnología, escenografía y vestuario acercan al visitante a los protagonistas de estos filmes, que están reproducidos en forma de escultura, personajes con los que Burton se relaciona: “Cada dibujo que haces es una parte de ti, un aspecto de tu cerebro, de tu psique o de tus sentimientos”.
“Cuando empiezas un dibujo en una habitación oscura, te imaginas que se convertirá en una gran película o animación, pero para mí la belleza está en que nunca lo sabes”, explica el cineasta, que asocia la incertidumbre que transmite la experiencia de ‘Labyrinth’ con su proceso creativo y con su vida: “saldré de esta puerta y aún no sé a dónde iré”.
“He trabajado con mucha tecnología, pero a mí me gusta más vivir en lo hecho a mano”, ha explicado Burton, que confiesa que creció “enamorado” de lugares como los parques de atracciones antiguos o los museos de cera, espacios que aún le “encantan” por poner en valor la artesanía.
Una apuesta por lo analógico frente a la tecnología
Es por esto que en esta exposición, pese a haber usado la tecnología para crear los ambientes inmersivos o a fin de animar algún boceto, el director y el equipo creativo han apostado por lo analógico, combinando los bocetos originales de Burton con decorados y esculturas hechas por talleres españoles.
El cineasta admite que, aunque le haría feliz que los visitantes conectasen con el universo de esta muestra, no sabe si lo van a hacer y nunca lo espera, pero asegura que él siempre intenta hacer lo que quiere y lo que piensa.
La inauguración oficial de la muestra, que ha tenido lugar esta tarde, ha contado con invitados como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, los ilusionista Mago Pop y Mago Marín, la modelo y escritora Maria Lapiedra, el humorista Andreu Buenafuente o los periodistas Xavier Sardà y Gustavo González, además del CEO de LetsGO, Iñaki Fernández.
Burton ha cortado la cinta de inauguración de la muestra con unas tijeras y ha hecho unos gestos que recordaban a Eduardo Manostijeras, uno de sus personajes más emblemáticos.
‘Labyrinth’ llega a barcelona después de haber pasado por Madrid, París y Bruselas, donde la han visto más de 150.000 personas, y con previsión de seguir su gira en Berlín y Milán, para después dar el salto a Estados Unidos.