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Medellín

En Medellín hay un sueño llamado Horizontes 2.0

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La Alcaldía de Medellín, a través de Ruta N, tiene en marcha el programa Horizontes 2.0, una apuesta  para formar, a través de la ciencia y la innovación a  niños entre los 9 y los 15 años de edad en situación de discapacidad y que también pertenecen a población migrante, afro o indígenas.

Matías Arcila Rodríguez, tiene 11 años y es uno de los beneficiarios del programa Horizontes 2.0, con el que se espera capacitar, bajo el componente de la ciencia y la innovación a 100 niños de la ciudad, con edades entre los 9 y los 15 años, que estén en situación de discapacidad y que también pertenezcan a población migrante, afro o indígenas.

La Institución Educativa Francisco Luis Hernández, ubicada en el barrio Aranjuez, es el lugar donde cobra vida este proyecto que le da la oportunidad a niños ciegos, sordos y con necesidades especiales de tener un acercamiento a la ciencia y la innovación, esa misma idea que algún día fue el sueño del fundador, cuyo nombre lleva la Institución,

Son las 3:00 de la tarde, la clase acaba de empezar, pero esta vez los lápices y los cuadernos no son indispensables, solo es necesario observar a los docentes quienes con juegos y actividades divertidas les enseñan sobre modelación 3D, sostenibilidad y automatización, química y cosmética. Esta metodología de “aprender haciendo” logra captar la atención de los alumnos durante más tiempo y los hace muy felices.

Así lo manifiesta Gelen Yumalai Gil de 15 años.

Y es que es importante dejarles a los niños un legado que les permita tener un arte para la vida, un oficio que les brinde la oportunidad de realizarse en un ámbito profesional, porque el mundo laboral es un terreno competitivo, pero gracias a programas como este, la inclusión cada vez toma más fuerza y desafía los límites impuestos por una sociedad que no entiende de capacidades diferentes.

Del otro lado del salón, los niños con discapacidad visual escuchan atentamente las indicaciones del docente que les va pasando objetos, y ellos palpando suavemente van identificando formas y texturas, así van conociendo el mundo, haciéndose una idea de ese lugar en el que habitan y del que los otros hablan porque, aunque sus ojos no perciban todo, sus otros sentidos están agudizados y de esta manera dotan de orden y significado el espacio exterior.

Alan, una historia memorable

Alan Mosquera Gamboa

Alan Mosquera Gamboa es ciego de nacimiento y aunque no conoce el mundo de la misma forma que los demás, su carisma y actitud le han permitido conquistar el corazón de los docentes y demás compañeros de la institución. Con ayuda de su bastón va caminando por la vida con una sonrisa, siempre dispuesto a alegrarle el día con sus ocurrencias a todos los que tengan la fortuna de encontrárselo.

Los creadores del programa Horizontes 2.0, se dieron cuenta que era muy importante incluir a los padres de familia, para que ese interés no se quedara solo en las aulas, sino que fuera llevado a casa y de esta forma las conversaciones giren en torno a los nuevos aprendizajes de sus hijos, así lo explicó Sorayda Gutiérrez Díaz, operadora del contrato.

Sorayda Gutiérrez Díaz

Sorayda también hizo énfasis en un punto de vital importancia: la desescolarización de niños y niñas es más incidente en poblaciones con algún tipo de discapacidad y precisamente, en aras de garantizar la permanencia en la institución, el primer encuentro del programa fue con los padres de familia; allí se les habló de la importancia de acompañar el aprendizaje de los niños y de continuar con las actividades desarrolladas en clase.

Programa Horizontes 2.0

Programa Horizontes 2.0

También se habló en un primer momento sobre llevar el programa como clases extracurriculares, pero rápidamente se articuló con las áreas de Ciencias Sociales y Emprendimiento, y así ha logrado despertar de forma más eficiente el interés de los niños en las clases.

Y es que las clases no son como cualquier otra, son didácticas, cargadas de actividades lúdicas, de experimentos, de jugar y vivir la ciencia. Así descubrió el equipo de Ruta N que era la mejor forma de aprender.

En un proyecto pasado llamado INCLUSTEAM, se formó a 25 personas con discapacidad en habilidades STEAM: (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática) para visibilizar las capacidades de las personas con discapacidad y acercarlos a la economía del conocimiento y de esta forma puedan acceder a un empleo y generar ingresos.

Los obstáculos están para vencerlos

Michelle Andrea Ortiz Orozco

De esta forma conocieron a Michelle Andrea Ortiz Orozco, quien primero fue alumna en INCLUSTEAM y ahora es docente y una inspiración a seguir para niños y niñas sordos, ciegos o con necesidades especiales en el aprendizaje.

El programa Horizontes 2.0,  tiene una duración de tres meses y espera impactar a cada niño en lo más profundo de su ser, porque los docentes brindan un acompañamiento integral a los niños.

No solo se trabaja mente y cuerpo sino también su alma, un idioma que no tiene voz, ni ojos pero que es capaz de hacer sentir cualquier emoción que lo atreviese.

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